Satya Animal manifiesta que ninguna granja puede ser verdaderamente amable con los animales. El ciclo productivo trata a las gallinas como objetos o
maquinaria, ignorando sus necesidades emocionales y comportamentales. Es por ello que manifestamos nuestro rechazo a la apertura de cualquier instalación de este tipo.
La asociación Satya Animal, una entidad sin ánimo de lucro fundada en 2023 en Mallorca, se dedica a la defensa de los derechos de todos los animales. Actualmente, está revitalizando el activismo
en la isla y ha enumerado varias razones por las que no está de acuerdo con la implementación del proyecto.
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Condiciones de hacinamiento: Los animales se mantienen en espacios de hormigón extremadamente reducidos, lo que les impide moverse libremente. Según el diseño habrán unas
9 gallinas por metro cuadrado. La falta de espacio, y la alta densidad de población generan sufrimiento físico y psicológico en los animales.
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La mala salud de las gallinas producida por sus condiciones de vida las llevaría a requerir atención veterinaria que suele ser insuficiente lo que resulta en enfermedades
no tratadas y un mayor sufrimiento para los animales. En el plan detallan; “Los animales serán revisados periódicamente por el veterinario, que establecerá las rutinas de limpieza y
medicación que fueran necesarias” aunque en los cálculos ya cuentan con que el 2% de las aves no sobreviven a la vida en la granja.
- Los animales de la industria alimentaria siguen unos tratamientos básicos que permitan al animal seguir produciendo, éstos suelen ser grandes cantidades de antibióticos
en el pienso para el tratado en masa, lo que puede contribuir a la resistencia antimicrobiana y afectar la salud animal y humana.
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Violencia interespecie: Ante la falta de espacio y estímulos ambientales inexistentes que priva a los animales de realizar actividades básicas como explorar, socializar y
buscar alimento, hace que las aves se picoteen entre ellas causándose lesiones. En la mayoría de macrogranjas, para evitar lo anterior, está normalizado el recorte de
picos, una práctica dolorosa que suele realizarse sin anestesia, causando dolor y sufrimiento. En este caso, especifican que no se realizará ningún tipo de mutilación, no sabemos
si las comprarán ya con el procedimiento realizado o es que habrá más uso de antibióticos para tratar las heridas que se ocasionen.
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Ciclo de vida corto y antinatural: Una gallina en óptimas condiciones podría llegar a vivir hasta 10 años. Las gallinas de la industria del huevo han sido modificadas
genéticamente y sus cuerpos a los dos años están desgastados y comienzan a sufrir descalcificaciones y otros problemas de salud, es por ello que dejan de ser productivas para la industria
y son enviadas al matadero para ser reemplazadas por otras tal como especifican en el proyecto. Cabe destacar que por norma general los últimos días de vida de estos animales son
precarios debido a unas condiciones de transporte muy duras, con largas horas de viaje, falta de agua y alimento, y temperaturas extremas donde muchas no sobreviven. En
este caso, el proyecto no especifica dónde van a vender a las gallinas para carne ni cuál será el matadero elegido.
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La higiene parece que dejará mucho que desear: Las gallinas se bañan en tierra para eliminar parásitos, exceso de grasa y suciedad de sus plumas para mantener su plumaje
en óptimas condiciones, garantizando una mejor termorregulación y protección contra infecciones. En esta granja tienen previsto retirar de forma automática la gallinaza mediante unas
cintas una vez a la semana y realizar la limpieza con agua cada dos años.
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La desinformación y el marketing: Los consumidores no son conscientes de lo que compran, el concepto de "gallinas camperas" sugiere libertad en prados abiertos, pero en
realidad, las 58.000 aves podrán salir al aire libre solamente una corta franja de tiempo por la tarde debido a que los huevos y deyecciones deberían hacerlas dentro de la nave, además,
al pasar tantas horas del día dentro, sus instintos naturales están alterados perdiendo así el interés de realizar actividades básicas con las que disfruta una gallina como picar hierba o
darse baños de tierra.
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Desconexión de los consumidores: Las prácticas de las macrogranjas suelen estar ocultas al público general, lo que impide a la ciudadanía tomar decisiones informadas
sobre el bienestar animal y fomenta la falta de conciencia sobre el trato que reciben los animales.
- En el proyecto no detallan la procedencia de las gallinas ponedoras. Por tanto nos deja sin saber si el lugar de donde proceden siguen normas de bienestar animal, y si los
pollitos machos son gaseados o triturados vivos.
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Los compromisos europeos van mejorando las condiciones de los animales debido a la creciente preocupación por el bienestar animal. Actualmente vemos cómo ya hay un
compromiso de eliminar por completo las jaulas y las condiciones de cría intensiva serán un paso que llegará más pronto que tarde, por tanto, en Mallorca no deberían aprobarse prácticas
que en poco tiempo estarán desfasadas.
Por todo lo anterior mencionado manifestamos nuestro rechazo a la apertura de cualquier instalación de este tipo en la isla de Mallorca e instamos a la ciudadanía a que ejerzan su derecho a
alegar los motivos éticos, ambientales y sociales por los que no aprueban la propuesta de Avícola Son Perot, S.A.
"Debido al proyecto de la macrogranja que quieren instalar en Sineu la población comienza a darse cuenta del precio real a pagar por una docena de huevos"